Tron: El legado (2010)

6.2.11 / Publicado por Camilo Rosales /

La primera entrega de la historia de “TRON” se realizó en 1982, Steven Lisberger la dirigió, contando como protagonista principal a Jeff Bridges (K-Pax 2001, Ironman 2008); y nos narraba todo el periplo de su personaje por las profundidades de un mundo de computadora lleno de programas y entidades virtuales que se mostraban hostiles contra los forásteros, sometiéndolos a toda clases de competencias y situaciones dignas de los clásicos plays de un atari.


Queda por decir, que aunque en su momento la película pasó sin mayores sorpresas por salas de cine, con el paso del tiempo se ha convertido en toda una pieza de admiración y culto por algunos entendidos. Esto ya que sin duda presentaba una idea innovadora desde mucha aristas y se osaba a diagramar un paisaje creativo que podría ser complicado para los FX de la época. Hoy es posible entonces hallar menudas piezas de colección relacionada al filme como juguetes y afiches, como también disfrutar de nuevas oportunidades que han seguido a manera de secuelas la historia primordial; por lo cual tenemos TRON: BETRAYEL (comic book) y TRON: EVOLUCIÓN (videojuego) que cronológicamente se ubican al final de la década de los 80 y comienzo de los noventa.

Para el 2010 se venía publicitando a granel la nueva y segunda entrega para cine, titulada TRON: EL LEGADO. En esta oportunidad, introduciría la trama al hijo de Kevin Flynn (Jeff Bridges), Sam Flynn (Garrett Hedlund); el cual se sumergirá (casi que accidentalmente) en el universo paralelo de TRON para rescatar a su padre, desaparecido hace décadas y que ha dejado desafortunadamente en manos de algunos avaros ejecutivos, su LEGADO tecnológico a la humanidad.

La gran hazaña de este filme es, por descontando, su propuesta artística, la cual fue en primera instancia la que me motivó a presenciarla. Resulta alucinante y complejo el paisaje que nos muestra este filme, lleno de efectos de altísima calidad, fotografía aplastante y música que honra y nos ubica en el contexto del game ochentero (y como olvidar la rápida aparición del grupo de electro-pop Daft Punk, que como no, realiza la sensacional respectiva banda sonora). No me concentraré mucho en este punto, ya que todo es simplemente GENIAL y solo por esto, este filme merece sin vacilaciones ser visto y laureado.


Por otra parte, la película realmente patina muy feo al momento de querer contar algo. Aunque en un momento la película gana un ritmo narrativo; luego del encuentro del hijo con su padre, la trama se pierde en medio de objetivos difusos, diálogos muy irritantes y personajes como Kaster (Michael Sheen), que con una innegable aire a Chaplin es dueño del bar END OF LINE, y que parecen poder aportar mucha más consistencia a la trama, pero se quedan cortos de tiempo para hacerlo.

La película no deja de tambalear hasta que concluye. En un momento Kevin Flynn afirma muy vehemente que no piensa dejar su mundo virtual y luego simplemente y sin razón, desea hacerlo a toda prisa. Posteriormente el villano CLU hace alarde de poseer un ejército de esquilores, pero jamás se dice cual es el objetivo de todo aquello: ¿Conquistar su mundo?, ¿conquistar nuestro mundo?... o solamente poder ufanarse de tener un séquito de fieles lambones. De esta forma, la película relata situaciones anteriores que no son nada amables con los espectadores neófitos de la historia, situaciones que además de muy complicadas y confusas, terminan por colmar la paciencia, es así, como por ejemplo toda la narración para explicar la génesis de CLU y sus posteriores acciones donde se rebelaba contra el orden impuesto.

Una película que solo le apostó a su envidiable factura, pero que tenazmente se pierde en situaciones que irremediablemente no van a ningún sitio.

Camilo Rosales
De 1 a 7: 4

PD: RECOMIENDO SOLO LO RESCATABLE DEL FILME, LOS 40 PRIMEROS MINUTOS.

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