Traición al amanecer (1988)

2.8.11 / Publicado por Camilo Rosales /

Por los entrañables, y quizás para algunos sobrecogedores finales de los ochenta, es realizada esta película de acción la cual dirige Robert Towne y en la que encontramos a tres actores hoy muy respetados: Kurt Russell, Mel Gibson y mi siempre querida Michelle Pfeiffer (eterna gatúbela de Batman returns de Tim Burton) que luego se consolidaría al fin como actriz en Dangerous Liaisons (1988). Además y casi proclive a olvidarse, encontramos en un papel semi-secundario al ya fallecido Raul Julia, que siempre lo tendré presente por hacer de Gomez en la pintoresca y gótica Addams Family (1991) y en su secuela 2 años después, ambas al lado de Anjelica Houston.

La película parte de las usuales historias de comercio de narcóticos, pillos escurridizos y policías prestos a capturar a los delincuentes. Creo que es prudente preguntar ¿no conocerá alguien la clase de trama que se nos presenta? Creo que no. Así las cosas, tenemos a Russell interpretando a un agente de policía que se ve en dificultades cuando encuentra a uno de sus más cercanos amigos, Gibson, envuelto una vez más según se entiende, en negocios de droga. A partir de ese momento, la trama gira en atraparle a este último y a su más cercano contacto, un influyente capo mexicano, personificado por Julia. Para tal fin, Pfeiffer juega un gran papel, al ser la dueña de un acogedor restaurante – Vallenari´s a quien le interese - donde ha logrado “cercanía” con Gibson. La clave del asunto es ¿Pfeiffer servirá a Russell y será una buena ciudadana?, o por el contrario ¿ayudará a Gibson a evadir la justicia?, más cuando se revela que esta chica está teniendo un romance con los dos simultáneamente. Todo ello teniendo de telón de fondo a San Francisco, California; es decir, muchas palmeras, playas y chicas en bikini.

Lo mejor de esta película es, y es a lo que más le apostó inteligentemente, el juego de seducción entre el genial trío protagónico Russell-Pfeiffer-Gibson. Sin duda ninguno de ellos quiere verse afectados negativamente en sus metas por las circunstancias, pero como era de esperarse los coqueteos, los besos y la cama hacen presencia. Cumplir o no el deber se hace imposible cuando la tentación te respira en el cuello.

Por lo demás, no podría dejar de mencionar las escenas que involucran el restaurante Vallenari´s, las cuales encuentro con una sencillez simplemente encantadora. (umm… deben haber más restaurantes así).

Lo malo en el filme, pues el desenlace, y más que este es el tono que toman las situaciones al final, donde tenemos un embarcadero de yates frío, húmedo y tan lleno molestamente de niebla que es poco lo que se ve, como también poco lo que aporta a la intensidad del largometraje. De la trama desaparece cualquier gracia y todo se hunde en un mar de reiterativismo, insipidez y diálogos mentecatos. El papel de Pfeiffer pierde carácter y es una hoja de papel que se mueve sin conciencia de un lado a otro según sople el viento. De repente, un par de disparos, un narco muerto y una explosión terminan por cerrar esta historia para que la chica rubia se decida por Gibson, mientras se bañan a orillas del mar bajo la complicidad pícara de Russell.

Filme sexy y dinámico que se deja ver, pero al que no se le pueden exigir mayores proezas. Prescindible.

De 1 a 7: 4

Camilo Rosales

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